Núcleo Bicentenario 2014-2015: PASADOS, IDENTIDADES Y PATRIMONIOS EN CHILE

Este proyecto busca examinar el contraste y tensión entre una identidad chilena marcada por la unidad nacional y una realidad sociocultural heterogénea, nos interesa aportar al conocimiento sobre ¿qué procesos históricos y prácticas sociales y culturales han definido la construcción, mantención y reproducción de enunciados de identidad (nacional, local, étnica) en Chile? Y, ¿qué rol, uso y circulación práctica y teórica han jugado en la construcción, mantención y reproducción de estos enunciados, tanto la categoría de patrimonio como la gestión de sus diferentes soportes materiales (arqueológicos, documentales, paisajísticos, etc.)? Tales preguntas tienen aplicabilidad concreta y efectiva en diversas normativas de política pública y programas de fomento productivo, cuya explicitación y el establecimiento empírico de sus relaciones constituye una tarea pendiente que no ha sido emprendida sistemáticamente en el ámbito académico.

La serie de distinciones que derivan del eje naturaleza/sociedad, materialidad/cultura e, incluso, genes/ambiente, constituye una temática antropológica por excelencia a partir de la cual se ha generado una notable producción teórica y significativos debates epistemológicos a nivel internacional que han trascendido más allá de la disciplina. Esta investigación, de manera innovadora, propone estudiar, sistematizar y relevar los aportes hasta ahora fragmentarios, que en este ámbito se han desarrollado en Chile desde las ciencias sociales en general y de la antropología en particular. De este modo, la siguiente iniciativa plantea la convergencia de un conjunto de académicos del ámbito de la antropología, la arqueología, las artes, la historia y otras disciplinas afines para la reflexión aplicada de temáticas relativas a la construcción de identidades en Chile y la participación del conocimiento científico en la definición de las nociones de pasado y políticas de “patrimonialización”.


Si bien existe una producción antropológica de gran envergadura, es evidente que no existe una orientación como la que acá planteamos, respondiendo mayormente a intereses académicos particulares. Es sabido que estos últimos muchas veces obedecen a una concepción de las ciencias sociales “normalizada” por los intereses del Estado y de los grupos económicos y políticos dominantes que participan protagónicamente en la toma de decisiones sobre la construcción del imaginario nacional. Se busca también, desde el punto de vista de la economía del conocimiento, indagar los contextos históricos y políticos en que se ha desenvuelto la generación de este conocimiento en distintos contextos nacionales ya sea a escala local, regional y étnica.


En este sentido, podemos afirmar que la antropología y ciencias sociales chilenas han realizado aportes significativos a la construcción del país, al menos de un determinado imaginario en torno a las poblaciones indígenas, del pasado prehispánico y la relación ambiente-sociedad, entre otros, pero sin una necesaria autorreflexión de la forma en que se han generado y los propósitos a los que sirven. Urge por lo tanto y es tiempo de, reemprender el análisis en torno a la construcción de la historia nacional, de la(s) identidad(es) cultural(es), de la manera que entendemos las categorías de patrimonio y su relación entre sociedad, ambiente, y una vigente comunidad multicultural.

A partir de este enfoque, nuestra iniciativa propuesta aportará a enfrentar de mejor manera algunas de las grandes tensiones de la sociedad chilena actual que se manifiestan en los múltiples conflictos relacionados con la diversidad cultural, el patrimonio y el territorio; los que se despliegan y son disputados en la arena de la agenda pública desarrollista, en la inversión económica privada, y la participación ciudadana, entre otros.

En suma, se desprende esta necesidad de implementar una reflexión permanente que a través del estudio antropológico del “relato chileno de las culturas”, sea capaz de enfrentar y abordar los temas de la identidad nacional, la relación sociedad-ambiente y la diversidad cultural. Junto con lo ya señalado, este referente científico, sin duda, permitirá contribuir a los debates ya instalados en materias de gobierno y que se expresan en las limitaciones, contradicciones y caducidad de las políticas que hoy determinan la legalidad cultural y ambiental, incluidas las particulares orientaciones de UNESCO a las que Chile se ha sumado. Entre las limitaciones presentes en estas políticas podemos distinguir:

a) una definición de lo cultural a partir de un supuesto decimonónico de monumentalidad, o bien desde un enfoque elitista relacionado con las bellas artes o la industria audiovisual;

b) el empleo sesgado de la distinción que aleja lo natural y ambiental de lo social y cultural, imponiendo un tratamiento ingenieril de la conducta humana que relega a la calidad de “bienes” su producción cultural pasada y presente; y

c) una estructura de toma de decisiones excesivamente centralizada y excluyente que tiende a agudizar la tensión política entre comunidades y actores locales por un lado, y por otro los aparatos político-administrativos metropolitanos y los grandes intereses económicos privados.

Se define, entonces, un desafío imperativo de abordar para las ciencias sociales puesto que en el contexto político actual estos temas están siendo públicamente discutidos al amparo de las reformas legislativas sobre cultura, ambiente, ciencia y educación. La antropología y las disciplinas afines orientarán, a través de líneas de investigación específicas , esta discusión con su propia experiencia para producir conocimientos nuevos, invitar a las comunidades locales a discutirlos y construir una propuesta ad hoc a la compleja y contemporánea realidad chilena. La formación de recursos humanos bajo este enfoque resulta fundamental y constituye parte crucial de la propuesta que desarrollamos, toda vez que estos nuevos cuadros serán los que contribuirán al desarrollo y sostenibilidad de la perspectiva crítica y aplicada que proponemos. En síntesis, planteamos realizar un análisis crítico, amplio y plural de tres casos ejemplares de identidades, pasado y patrimonios; los que forman parte de las bases de la constitución cultural de la república nacional y que proveerán insumos útiles para el desarrollo de una cultura cívica y democrática apropiada al Chile del siglo XXI.

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