Ceremonia de entrega de medalla Luis Abate Molina

Dra. Sonia Montecino participa en homenaje a la folclorista Margot Loyola en U. de Talca

Dra. Sonia Montecino participa en homenaje a Margot Loyola

En 1994 Margot Loyola fue reconocida con el Premio Nacional de Artes Musicales, siendo la primera folclorista en obtener dicho reconocimiento. Por su destacada trayectoria artística es considerada una de las tres principales investigadores del folclor en Chile. El 3 de julio pasado Margot Loyola sumó una nueva distinción: la entrega de la medalla Luis Abate Molina en la Universidad de Talca. La presentación de la folcloróloga e investigadora estuvo a cargo de la Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales y académica de Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile, Prof. Sonia Montecino.

“Me han pedido presentar, es decir poner en presencia a una mujer poderosa que ha recorrido el siglo XX y que nos acompaña en los inicios del XXI. Una mujer cuyo nombre ha circulado y se desplaza por nuestra geografía como un cuerpo en constante movimiento. Una voz de múltiples tesituras, un latido de la tierra, un oleaje, un viento, un sentido”, declaró en su exposición la Directora del Centro Interdisciplinario en Estudio de Género de la Universidad de Chile.

La académica FACSO recordó parte de las conversaciones sostenidas en el hogar de Margot Loyola ubicada en Exequiel Fernández con Grecia. “Margot sufre con lo que se desvanece”, señaló la antropóloga. “En los colegios donde estudió solía cantar, bailar y recitar poesía. Solo en inglés le iba mal, ‘porque yo no acepto otros idiomas sino el mío, lo encuentro más clarito’”, relató Sonia Montecino exponiendo parte de la biografía de la destacada folclorista nacional, amiga de Violeta Parra.

Por su parte, Margot Loyola dijo estar muy agradecida, sin saber qué hará para merecer todo el aprecio y reconocimiento recibido. “Es mi vida. Lo que he hecho es pisar la tierra de mi país y cantarle siempre aquí, en Latinoamérica y dónde he podido llegar. Esta distinción es quizás la más grande, la más sentido y profunda, la más chileno y verdadera”, comentó. A las nuevas generaciones que buscan rescatar el legado de la folclorista nacional los invitó a que “sientan la patria. Este país es el más hermoso del mundo”.

La vida de una mujer dedicada a la música

“Yo aprendo desde el sentimiento”, es una de las frases que sintetiza la vida de esta investigadora de la música popular chilena. Conocer lo rural y lo urbano serán espacios donde esta mujer transita e internaliza sin decisión, dibujándose allí, en palabras de Sonia Montecino, “la multiplicidad de caminos que asomarán más tarde”. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música, y la folclorista recuerda con precisión los saberes femeninos aprendidos de Cristina Ventura, Australia Acuña, las hermanas Acuña, Amanda Labarca, Rosita Renard y muchas más. Cada una le donó un sonido, un movimiento, un rasgueo, una letra, un además, un vestido, un afecto.

“Primero aprendí de los mapuche, más tarde de los rapa-nui. Eran como como algas, los sentí paisaje, eran flores y pensé: ‘Este es mi paraíso, aquí me quedo’”. Desde una mirada más antropológica: “yo vi lo regional, pero vi también allí lo universal. Cada pueblo tiene su estilo y forma de bailar una misma danza. Eso es maravilloso y vas descubriendo aquello que cada uno le agrega, le quita o crea”, fueron las palabras de Loyola retrasmitidas a la audiencia por la antropóloga.

Es difícil en Chile que la escena artística, en cualquiera de sus manifestaciones, sea ocupada por más de una mujer. En el bios de Margot hay otro retazo que se torna lenguaje, afecto y dualidad: “Me refiero a su vínculo con Violeta Parra, uno de tipo gemelar pero también de complemento y tensión de dos fuerzas femeninas”, comentó Montecino. Cada una tenía su verdad, decía Margot, y lo que “nos unía era que ambas verdades venían del pueblo, nos dolía el pueblo”.

Una distinción para grandes artistas e intelectuales chilenos

La medalla Luis Abate Molina fue instaurada en 1992 en la Universidad de Talca, con el objeto de distinguir a personalidades que han hecho contribuciones relevantes al país. Han recibido esta distinción entre otros el cardenal Raúl Silva Henríquez, Humberto Maturana, José Donoso, Nicanor Parra, Guillermo Blanco y Vicente Bianchi.

Su rector, Prof. Álvaro Rojas, señaló que los principales cuerpos colegiados de la casa de estudios, el consejo académico y junta directiva han querido homenajear a la folclorista maulina por “su relevante aporte, rescate y preservación del patrimonio intangible folclórico que proviene de la cultura campesina y las etnias que estructuran los fundamentos de nuestra nación, temas en los cuales Margot Loyola ha realizado un incomparable aporte docente, de investigación y divulgación”.

Dicha distinción también se debe a su lucha permanente por mantener viva la identidad nacional. “Son sus estudios e investigaciones del folclor chileno los que la transformarían en una de las mayores referentes académicas latinoamericanas del folclor, inspirando a diversos conjuntos musicales como Cuncumén y Palomar, entre otros”, indicó al rector.

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