La discusión sobre el uso del ranking pone al descubierto aspectos sustantivos sobre el derecho a la educación y la equidad

Discusión sobre uso del ranking devela falta de derecho a la educación

El uso del ranking es apenas un pequeño ajuste a los mecanismos de “selección” de estudiantes para su ingreso en las universidades estatales y del CRUCH que tienen más alto interés para los estudiantes de Chile. Hasta ahora solo consideraban los resultados en la PSU y de las notas de la enseñanza media NEM. Afecta marginalmente a entre un 2 y un 3 % de los estudiantes que postulan a la Educación Superior.

Su uso se sustenta en evidencia nacional e internacional que señala que los estudiantes de los mejores resultados académicos de cada uno de las escuelas y liceos, independientemente de sus condiciones socioculturales, presentan una más alta capacidad para tener éxito en las instituciones de Educación Superior. Es por ello que diversos sistemas escolares cuentan con mecanismos de acceso especial a la Educación Superior para estos estudiantes.

En Chile se ha optado por un leve mecanismo de corrección, manteniendo el mismo mecanismo de acceso para todos y todas los/as estudiantes (PSU + NEM + Ranking) en diversas proporciones decididas por cada institución y por cada carrera.Próximamente, por efecto del programa PASE recientemente iniciado por diversas universidades del CRUCH en convenio con el MINEDUC, podrán ingresar a la Educación Superior estos estudiantes sin considerar sus resultados en la PSU.

La polémica suscitada en los medios a partir de las consideraciones señaladas por los liceos y colegios llamados “emblemáticos”, se mantiene dentro de los límites de una concepción de sistema escolar orientado por la mera competencia desregulada y por la ideología de los que piensan que el mercado es la forma de asegurar el derecho a la educación de todos los ciudadanos. Es una polémica interesada en mantener un modelo que, aparentando competencia, en realidad justifica la “selección” de los ya seleccionados por sus condiciones socioeconómicas o por haber aceptado ser segregados en colegios de “excelencia”.

La discusión que conviene plantear es porque no hay vacantes suficientes en las instituciones de mayor calidad y solicitadas por los estudiantes (Universidades Estatales y del CRUCH). Si tanto los estudiantes que son justamente favorecidos por el ranking, como los estudiantes que supuestamente son perjudicados de los liceos de excelencia, tienen mérito para ser “seleccionados” en estas universidades; entonces lo que corresponde es aumentar las vacantes en las universidades públicas y del CRUCH, incluso creando nuevas Universidades públicas de calidad, gratuitas y reguladas, donde la equidad sea un valor de calidad.Durante los últimos 40 años no se ha creado ninguna universidad pública nueva; y las plazas disponibles en las universidades estatales y del CRUCH han crecido poco. Al mismo tiempo se ha permitido y apoyado la creación de universidades de carácter privado de baja calidad, alto precio y sin ninguna regulación que actualmente duplican en sus plazas a las estatales y del CRUCH. 

Mantener la actual polémica solo favorece a los que apuestan por los mercados educativos y realizan ganancias (lucro) en ellos.

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