La demografía, un campo de injerencia en las políticas públicas

La demografía, un campo de injerencia en las políticas públicas

A mediados de los años 80, en medio de un convulsionado contexto social y político, Jorge Rodríguez ingresó a estudiar Sociología a la Universidad de Chile. “Estábamos en plena dictadura y una de las maneras que había para cambiar la situación era a través de Sociología, con la idea que dicha carrera dotaría de más herramientas no solo para comprender la realidad sino que también para cambiarla”, comenta.

Tras titularse de sociólogo en 1992, realizó un programa de postgrado en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) e ingresó a trabajar como asistente de investigación, dirigido principalmente a profesionales técnicos, formados en institutos de estadística. “Me di cuenta que la demografía trasciende los números, de hecho se trataba de un postgrado de población y políticas de desarrollo”, recuerda.

Durante los primeros cinco meses se enseñaba demografía, y luego Jorge Rodríguez evidenció las múltiples contribuciones de la demografía al estudio de la sociedad: “Con la demografía se podía hacer mucho, no solo por sus técnicas y todo su conocimiento específico sino que por los vínculos que tiene la dinámica demográfica como el cambio social, la estructura social, el desarrollo económico-social, la vida de las personas y las decisiones de la familia”.

Las temáticas de los proyectos de investigación en los que ha trabajado varían desde transformaciones generacionales hasta dinámicas demográficas de las grandes ciudades de América Latina. Sus estudios van dirigidos y son solicitados por los gobiernos que esperan saber sobre las tendencias demográficas. Dichos análisis no provienen de proyectos de investigación, “sino que de un análisis metódico, sistemático, multidisciplinario como el que analiza CEPAL”, aclara.

En 2007, junto a Martín Hopenhayn, Oficial de Asuntos Sociales de la CEPAL, publicó un estudio sobre fecundidad adolescente, basado en datos censales de América Latina, región que a escala mundial sobresale por sus altos niveles de reproducción en la adolescencia, y cuyos índices eran solo superados por África. De 16 países de la región, solo en cuatro (Belice,Guatemala, Nicaragua y Paraguay) desciende claramente el porcentaje de madres entre las mujeres de 15 a 19 años.

En relación al trabajo en Chile, Rodríguez señala que no reciben tantas solicitudes de Naciones Unidas para estudiar fenómenos sociales, ya que “tiene muchas fortalezas en sus políticas públicas, no es un país prioritario para Naciones Unidas por tener, en general, un ingreso medio y está bastante avanzado en términos socioeconómicos. Los países que son prioridad son buena parte de Centro América, Bolivia, Perú, Ecuador, Paraguay”.

Dentro de Chile, la zona de la Araucanía es prioritaria por el conflicto y la pobreza que tiene. El nordeste argentino sigue siendo prioritario para la asistencia técnica o para el desarrollo económico y social, pero también reciben solicitudes de estudio de otros países como Pakistán o Mongolia.

Hasta la fecha, Rodríguez afirma que el país aún está en deuda en la formación de demógrafos(as). “Desde el punto de vista académico hay un déficit muy grande. Y desde el punto de vista institucional no hay ningún Ministerio de Población; el INE no tiene sentido porque produce datos, no es un actor sustantivo con injerencia política”, comenta.

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