Coloquio "Comprendiendo el síntoma: del conflicto a la integración"

Una visión acogedora del síntoma

Coloquio "Comprendiendo el síntoma: del conflicto a la integración"

En el Auditorio Pedro Ortiz se realizó el Coloquio "Comprendiendo el síntoma: del conflicto a la integración”, organizado por la línea Humanista del Departamento de Psicología de la de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. A través de una exposición y la presentación de casos clínicos, se invitó a los asistentes a acercarse al síntoma desde otra perspectiva, ya no desde la visión médica que busca su erradicación, sino desde una postura que facilite la comprensión de su subjetividad.

El académico del Departamento de Psicología, Pablo Herrera, fue el encargado de abrir la jornada con una exposición para poner en contexto esta visión y forma de trabajar con el síntoma en psicoterapia, explicó a los presentes que no es algo que deba ser extirpado “como terapeutas tenemos tareas y enemigos. Cuando nos enfocamos en reducir los síntomas de nuestro paciente, en ese momento lo pusimos como nuestro enemigo. Y debemos saber que no lo es, tenemos que trabajar sobre él ya que cumple una función”.

El académico del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile sobre ese punto ahondó comentando que “debemos acoger al síntoma, ya que puede tener una lógica protectora o adaptativa y si el foco de nuestro trabajo está en eliminarlo, los efectos pueden ser malos. Por eso es importante cómo el terapeuta entiende el síntoma, ya que desde ahí establecerá las relaciones con el paciente. Esta visión permite ver fenomenológicamente al otro”.

Durante su exposición Pablo Herrera explicó a los asistentes, que llegaron en un gran número al auditorio Pedro Ortiz, que el trabajo del terapeuta -desde una mirada humanista- está en hacerse cargo del síntoma. Y reconocer las dos visiones que existen sobre él. Por un lado la patologizadora, sintomática que propone reforzar lo bueno y eliminar lo malo y por lo otro la comprensiva y acogedora del síntoma, “y en la terapia establecer estrategias que lo incluyan, para hacer un abordaje desde ahí. El síntoma está cumpliendo una función y debemos reconocerla”.

Casos clínicos

Para comentar desde la experiencia como terapeuta lo que significa trabajar y relacionarse con el síntoma, Alberto González, Isabel Barrero, y Cristián Bosco comentaron algunas de las estrategias que ellos han utilizado para trabajar con él y cómo les ha permitido vincularse con el paciente y abordar sus experiencias, incluso las que más les han afectado en su vida, y que, no necesariamente, estaban entre los temas por los que comenzó la terapia. 

Alberto González explicó respecto del caso que expuso, que el paciente llegó a consultar por que “tenía sensación de ansiedad, sudoración y otros síntomas físicos que aparecían en diferentes contextos sociales y, también, al momento de conocer a personas nuevas. Los que estuvieron presentes durante muchas sesiones; daba la impresión que no lo estaba pasando bien. Pero al actuar desde el vínculo y la contención, no queriendo eliminar sus síntomas logramos llegar a que había sido víctima de bullying y se había sentido abandonado”.

Añadió que “él evitaba relacionarse con otros ya que consideraba como un error que las personas no estuvieran cuando las necesitaba. El síntoma nuclear era su imposibilidad de vincularse con las personas. Por eso, el trabajo que desarrollamos estaba enfocado en las opciones que tenía y las herramientas con las que contaba para establecer relaciones. El síntoma fue una guía, indicaba dónde estaban sus miedos y para mediar, estaba yo como su terapeuta”. 

Isabel Barrero, por su parte, comentó que su paciente era “una persona muy auto exigida, llegó con un cuadro depresivo. Como trabajamos con el vínculo, para él la consulta se convirtió en un espacio en el que se podía equivocar, algo que no se había permitido antes. El síntoma es un símbolo, como terapeutas debemos comprenderlo así. No tiene que ver con anular el sufrimiento del paciente, sino cambiar la relación del paciente con éste”.

La profesional añadió que “en este caso el síntoma surgió para invitarlo a que buscara y armara la vida desde sí mismo, desde una nueva perspectiva. Que integrara las heridas de su vida, a que pase de un sufrimiento sin sentido a un sufrimiento transformador”.

Otro de los temas que se abordó en las exposiciones fueron las situaciones que experimentan los terapeutas durante las sesiones “yo como profesional también tengo que aceptarme, que me puedo equivocar. Que me pasan cosas, que muchas veces en el espacio de la consulta siento miedos, tengo conflictos. A veces me gustaría decirle al paciente, que bueno que volviste, porque tenía miedo que no lo hicieras”, comento Cristián Bosco.

Conclusiones

Al finalizar la actividad, subieron a la testera los expositores acompañados de los académicos de la línea humanista del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Los que coincidieron en que el síntoma es parte de algo y que debe ser integrado, lo que significa comprender desde dónde surge y su relación con la subjetividad y mundos de sentido del paciente. Asimismo, estuvieron de acuerdo en que la actitud del terapeuta tiene un doble propósito ya que, por una parte, ayuda a hacer frente a los síntomas, y, por otra , permite entender la función protectora de las defensas de la persona, ver cuál es su postura y reconocer sus necesidades.

Al ser consultados cuáles son posibilidades para facilitarla apertura de un paciente, Madeleine Porreacadémica del Departamento de Psicología- comentó que “tenemos que estar atentos a las pequeñas acciones de nuestros pacientes ya que muchas veces no se trata de grandes aperturas, pueden ser pequeñas acciones, no todos son de aperturas y debemos aprender a ver simbólicamente todos los movimientos”.

El profesor Alejandro Olea profundizó diciendo que “veamos quién eres tú, por qué llegaste a esto, uno se olvida de lo que está a la base del síntoma y lo importante es la persona. Cuando se habla de consumidores o adictos el cerebro se centra en el síntoma, tratar de sacar la droga, pero no vemos a la persona. Se debe entrar en la subjetividad y desde ahí depurar”.

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