Primeras Jornadas Clínicas: Constructivismo Cognitivo, Avances y Desafíos

Ph. D. John S. Westefeld: El Suicidio y la perspectiva desde Estados Unidos

Ph. D. John S. Westefeld: El Suicidio y la perspectiva desde EEUU

Ph. D. John S. Westefeld durante los tres días en que estuvo de visita por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. realizó una serie de conferencias en donde abordó el tema del suicidio, desde una perspectiva teórica, investigativa y clínica, entregando un panorama general sobre el suicidio en Estados Unidos e importantes experiencias clínicas sobre el abordaje con pacientes.

Según datos de la Organización Internacional de la Salud entregados por el experto norteamericano, el país que más suicidios tiene al año es Groenlandia con 83 por cada 100000 habitantes, suicidios asociados a la oscuridad, a la poca población y al frío. En Estados Unidos el rango de suicidios es de 12 por cada 100000 habitantes, mientras que en Chile la cifra corresponde a 13 por 100000. La Organización Internacional de la Salud estima que hay un suicidio por cada 40 segundos. "Pienso que el clima y a la cantidad de sol que se tiene en un día está relacionado con los mayores índices de suicidio. En aquellas partes de Estados Unidos que es más frío y oscuro observamos más depresión", señala el experto.

Según la Asociación Americana de Suicidiología al 2010 existen en Estados Unidos 105 suicidios por día, 14 por minuto, con 38364 suicidios al año, cifra que se mantiene similar los últimos treinta años. Los hombres blancos son los que más se suicidan mientras que las tasas más bajas se encuentran en las mujeres afroamericanas. El 50% de los suicidios se realiza por armas de fuego.

Evaluando el riesgo de suicidio: "todo tipo de personas pueden atentar contra sus vidas"

Estudios sobre psicoterapeutas que trabajan con pacientes suicidas indican que uno de los momentos de mayor estrés para estos profesionales es tener un paciente suicida. Por eso es que en las escuelas de postgrado de Estados Unidos se invierte mucho tiempo y recursos en entrenar a los estudiantes de psicoterapia para que puedan evaluar el riesgo suicida y sepan qué hacer con los pacientes que llegan con dichos cuadros clínicos.

John S. Westefeld, señala que "todo tipo de personas pueden atentar contra sus vidas", por lo que es complejo definir un perfil del suicida, sin embargo- indica- que "a través de los estudios se pueden afirmar algunas cosas típicas de las personas que intentan suicidio a partir de características muy generales que tienen más probabilidades de intento de suicidio, que son señales con implicancias para el tratamiento de los terapeutas".

Dentro de las características que establece el Dr. Westefeld frente a las personas que atentan contra su vida está la dificultad para pedir ayuda por la vergüenza que les genera esa situación. Otro elemento presente en los pacientes suicidas es la ambivalencia, que implica tener diferentes sentimientos en un mismo momento. "He tenido pacientes que después de una hora de terapia dicen "¿me mato, o no?". Mucha gente no está segura de atentar contra su vida, lo bueno es que se puede influenciar al paciente, entonces esa es otra implicación para la terapia, usar su ambivalencia para alejarse del suicidio".

El académico y psicoterapeuta norteamericano explica que la mayoría de las personas suicidas no quieren morir sino que dejar de vivir, lo que implica alejarse del lugar donde están, del estrés y la depresión que existe en su vida actual, por lo que el trabajo terapéutico puede ayudar a encontrar otras formas de alejarse de ese lugar más allá del suicidio."Muchas personas suicidas se sienten desesperanzadas y sin ayuda. Sienten que no hay nada que puedan hacer para resolver el problema y la desesperanza significa que nada va a cambiar nunca, lo que es una combinación peligrosa. Nosotros como terapeutas podemos ayudar a reducir estos sentimientos y superar el momento de crisis", señala.

Claves conductuales y factores de riesgo

"Algo les pasa a las personas que las convierte en suicidas", comenta el Dr. Westefeld, y los mejores ejemplos que motivan el suicidio son la pérdida de un cónyuge o familiar, problemas graves de salud, pérdidas de trabajos, etc. Por eso que una de las primeras preguntas que el terapeuta realiza a su paciente es si ha tenido alguna pérdida, lo que eleva la preocupación del profesional. Otro factor son los síntomas de depresión- señala el experto- quien explica que el primer factor de riesgo es un cambio en patrón de sueño y alimentación.

"Algunas personas que están deprimidas tienen problemas en conciliar el sueño, despiertan en la noche o despiertan a cada rato o muy temprano sin poder dormir. Otras personas con depresión duermen mucho, cerca de 18 horas diarias o no salen de la cama durante todo el día. Lo mismo ocurre con la alimentación que es reflejo de depresión y ansiedad. Algunas personas pierden el apetito y pueden llegar ser anoréxicas, otras comen todo el tiempo", señala.

Dentro del entrenamiento que reciben los estudiantes que se preparan para ser terapeutas, está la capacidad para preguntarle al paciente si está dentro de sus posibilidades "matarse". Sin embargo, Westefeld explica que muchos pacientes se sienten aliviados cuando el terapeuta les hace dicha pregunta ya que les da permiso para hablar de esa pena. "Lo más probable es que ustedes salven una vida por el hecho de preguntar. En los Estados Unidos enseñamos a las personas que no son terapeutas a hacer esta pregunta, personas que están preocupadas por sus hijos o cónyuge".

Existe una diversidad de claves conductuales que permiten reconocer el estado del paciente. A criterio del Dr. Westefeld, uno de los elementos más importantes es saber si la persona ha tenido antes intentos de suicidio, algo que eleva la preocupación del terapeuta. "Si se está evaluando el riesgo suicida siempre vamos a querer saber si lo han intentado antes. Nos interesa saber la cronología de los hechos y cuándo fue el último intento de suicidio ya que mientras más reciente el intento mayor es el riesgo. También nos intentarías saber cuál letal ha sido el intento, mientras más letal mayor es el riesgo", afirma.

Otras claves descritas por el experto es reconocer si el paciente ha regalado posiciones valiosas, saber si posee un arma o si hay notas suicidas. "Antes las notas se hacían en papel, luego se grabaron en cámaras y hoy se publican en redes sociales o Facebook", señala. Otro elemento de alerta es cuando los pacientes dejan los asuntos personales en orden con un testamento, así como un cambio repentino e inexplicable de mejora en el ánimo, donde esto "puede significar que se acabó la ambivalencia y se tomó la decisión de suicidarse".

Dentro de los factores de riesgo suicida también se encuentra la historia familiar, los desórdenes psicológicos, la impulsividad, el abuso de sustancias, la esquizofrenia, la exposición al suicidio de otras personas y la ideación suicida. "La clave- señala- es ver un patrón en estos factores de riesgo. Lo principal es ver si lo han intentado todo y ver cómo han respondido a la pregunta".

Prevención y tratamiento

Dentro de las labores que realiza el Dr. Westefeld como terapeuta es el trabajo en prevención al cual dedica muchas horas al mes. La prevención - como uno de las principales formas de evitar el suicidio en Estados Unidos- se realiza a través de talleres que se ofrecen a la comunidad, iglesias, colegios y universidades. Además, se realizan una serie de talleres para niños y adultos en donde se enseñan las principales señales de aviso de suicidio, qué hacer si se observa a alguien que pueda ser suicida y cuáles son los medios que hay en la comunidad para obtener ayuda.

"Realizamos talleres para mucho tipo de personas y la meta es educar al público sobre suicidio y poner el tema en el ambiente público y enseñar a la gente qué deben hacer. La prevención es muy importante para bajar la proporción de suicidio".

El experto señala que hay varias formas de aproximarse al trabajo con pacientes suicidas, dependiendo de la orientación teórica y del diagnóstico. Sin embargo, en la experiencia norteamericana la terapia cognitiva conductual es la más exitosa, ya que se centra en "enseñar a los pacientes cómo solicitar ayuda cuando se sienten en crisis y enseñarle a tomar decisiones, son los elementos más importantes de la terapia".

A criterio de Dr. Westefeld, la relación que se establece entre terapeuta y paciente es clave para ayudar a personas en crisis. En ese sentido el psicoterapeuta indica que es preciso lograr que la persona vaya a terapia, ya que este es el medio por el cual se le puede ayudar.

"El paciente en su intento de suicidio trata de decir algo y ese algo por lo general es "ayúdame". Si le enseñamos al paciente a utilizar otras formas de pedir ayuda a menudo podemos llevarlo fuera de la crisis", concluye Westefeld.

 

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